Iguaque, es un bello motivo para comenzar, la creación de un pueblo, el MUISCA. En búsqueda de una comprensión social ancestral, debemos llegar a percibir, que la geografía nos habla por su paisaje, IGUAQUE: «abierto a los pasos solidarios y cautelosos..», » preguntar profundo y sincero de nuestros destinos», » convicción de la razón karmica del hombre, su expiación y su despertar», «amalgama de la felicidad y el dolor», y así muchas otras inscripciones, son propias del camino de retorno al ancestro muisca.
Todo el trazado geográfico esta presto a señalar el devenir del comienzo, el proceso y el fin. En este caso Iguaque inicia la memoria del pueblo muisca, desde su genealogía, y marca su derrotero cósmico, a través del observatorio astronómico o infiernito, talante de la observación, la cuenta delos días y el dominio de las lluvias y la fertilidad, oque otra razón muda hay detrás de aquellos dolmenes y rocas sempiternas? Tuve la intuición de haber estado sentado en una roca ceremonial, cuando al registrarla, encontré la inscripción craneana, justo detrás de mi espalda, cuando apenas había terminado de comer unas onces y me disponía a un descanso en el camino, allí enfrente del Infiernito, en lo que podría llamar el costado Norte del mismo. Apenas me recosté y puse mi cráneo sobre la incisión de la roca, que era justamente del tamaño de mi nuca, «empece a orar e implorar a nuestros dioses , con fuerte sentimiento y convicción de su escucha por lo que podría temer y desear para mi vida y la de los míos, como siempre llevando en el corazón mi raza.» El firmamento que momentos antes habíase tornado cerrado, y oscuro, sin motivos aparentes, se torno traslucido y abierto, para reflejar la potencia solar, e inmediatamente me figure, como la piedra podría ser el centro terrestre para ubicar los alumbramientos aurales de otros al menos siete planetas representados en rocas localizadas en su derredor, y que camine, pausadamente, con asombro. Que podríamos pensar de la esencia de estas y muchas rocas, que nos revierten su pesadez, en experiencia mistica-cosmica, de encuentro con el ancestro o la divinidad, y que reflejan el lenguaje de los cielos, por decirlo de alguna forma? Aunque solo sea el conocimiento, es el paso intermedio de la creación cultural.
Y queda para pensar el fin, apropiado por los pasos agigantados en el desierto de la Candelaria… Nunca pensé encontrar el APOCALIPSIS, como atravesando el misterioso Desierto. Si algo precioso hemos perdido con la dominación blanca fue el saber astrologico americanos, pero esta ausencia de memoria con la muerte y sus transformaciones, como se puede intuir, desde un quehacer cultural, simbolizado en el desierto, nos rememora, las historias de castigo de las comunidades amazonas, los IGÄ, o relatos míticos, que solo en situaciones especiales, tiene el chaman a bien enseñar y recordar, y como camino ineludible, por que de lo contrario no lo haría. Solo a manera de ilustración metafórica, diría que esta experiencia personal del desierto, como revelación del apocalipsis, es una de las mas vivaces que haya tenido en pleno mediodía de mi existencia.